Muy buenas tardes,
aquí os traigo una recetina de un postre internacional. Lo descubrí hace ya unos añitos en un restaurante extremeño de cocina portuguesa (bendita sea ella) y la cocinera fue muy "apañá" contándome qué llevaba. Ya, ya se que con ese nombre no parece algo muy apetecible, pero os aseguro que este postre portugués merece la pena. ¡Pero es mejor en pequeñas dosis porque llena!
Ingredientes:
- 5 huevos (habrá que separar la yemas de las claras)
- Una lata pequeña de leche condensada cocida (en algunos supermercados españoles ya lo venden tal cual, si no lo encontramos, también podemos cocer en la olla a presión nuestra lata sin abrir)
Elaboración:
Más fácil, imposible. Separamos las yemas de las claras de los 5 huevos. Y en un bol vamos a mezclar las yemas con la leche condensada cocida.
Las claras las vamos a montar a punto de nieve bien firme (en la imagen estoy empezando a batirlas, pero no debéis dejar de batir hasta que os forme picos) y lo mezclaremos con la crema obtenida anteriormente. Lo mezclamos todo de manera suave y envolvente para que no se bajen las claras.
Ya sólo nos queda meterlo al frigorífico unas horitas y listo. Podeis decorarlo a vuestro gusto antes de servir, yo le ralle un poquito de chocolate, pero podéis usar lo que más os guste o incluso servirlo así tal cual en copas individuales. ¡Pues nada, a ponerlo en práctica!
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